Isco y Benzema le dan los puntos al Real Madrid

La visita del Deportivo al Bernabéu, rival del que se había hablado poco durante la semana en los medios, era el bálsamo perfecto de los de Ancelotti para, en caso de victoria, apagar el fuego del derbi y reconciliarse con su afición que, por cierto, tuvo su dosis de protesta, sí, pero mucho menor a la que algunos nos habían vendido y otros hubieran deseado

Bien es cierto que el Deportivo tuvo un par de aproximaciones en los primeros cinco minutos de partidos que hicieron despertar al Real Madrid. Los de Ancelotti, que apostó por Illarra y Arbeloa como novedades, además de Marcelo, con respecto al equipo que perdió en el Calderón, salvaron esos primeros momentos de duda con el paso de los minuto. Y con ocasiones de gol.

No en vano, a los 12 minutos de encuentro era Cristiano Ronaldo el que se encontraba con el larguero de la portería visita tras un golpeo con la pierna izquierda. Y sólo seis minutos más tarde, en el 18, era Gareth Bale el que iba a tener la misma ‘fortuna’ que su compañero de delantera, encontrarse con el larguero de la meta del Deportivo tras un misil lanzado desde fuera del área.

Después de ese par de avisos el tufillo a gol se instauró en el Bernabéu. Parecía cuestión de tiempo el que la lata se abriera. Y sólo pasaron cuatro minutos desde que Bale se topó con el larguero hasta que Isco firmó una de sus habituales maravillas en forma de golazo. En esta ocasión, desde el perfil izquierdo, con un remate con rosa al palo largo del portero. Una réplica casi exacta del que consiguió hace no demasiado en el partido disputado en Almería. Lo más complicado parecía conseguido, ahora faltaba mantener al Deportivo a raya y, sobre todo, intentar hacer más amplia la diferencia para evitar cualquier susto impertinente.

El segundo tiempo comenzó de una forma parecida al primero, es decir, con un par de aproximaciones del Deportivo. Si cabe, con ocasiones más claras. De hecho, después de tres minutos de la reanudación, Borges se encontraba con el palo izquierdo de la meta de Casillas en un remate raso. Y a renglón seguido era Riera el que se encontraba con una buena parada del portero madridista.

Después de ese par de avisos de los visitantes, el partido volvió a serenarse. Entiéndase por ello el ver al Real Madrid con el dominio del balón y con algunas opciones de marcar. Bien es cierto que los de Ancelotti no estaban generando un caudal de ocasiones de peligro, pero sí que de vez en cuando se podía ver a Cristiano Ronaldo intentándolo desde lejos, aunque sin la precisión necesaria.

Los minutos seguían cayendo sobre el Bernabéu y el marcador se antojaba corto para poder tener un final de encuentro medianamente plácido. Por eso, la posibilidad de lograr el 2-0 se antojaba casi vital para que no hubiera alguna sorpresa negativa en forma de gol del Deportivo. Finalmente, y a falta de 18 minutos para el final del encuentro, iba a ser Karim Benzema el encargado de poner la tranquilidad en Chamartín. Una buena subida de Arbeloa desencadenó la jugada, Cristiano Ronaldo asumió en esta ocasión el papel de asistente, y el toque sublime de Benzema para salvar la salida del portero visitante puso el resto. El madridismo veía los tres puntos más cercanos.

A partir del gol, el Deportivo se dio definitivamente por vencido. Con la Champions para el Real Madrid a la vuelta de la esquina tampoco se esperaba que hubiera un desgaste máximo por parte del equipo blanco. A pesar de ello, los de Ancelotti estuvieron muy cerca de marcar el tercer gol por mediación de Cristiano Ronaldo, tras un jugadón de Jesé Rodríguez, pero el remate del portugués se marchó rozando el palo derecho de la portería visitante. Fue la última gran ocasión de un partido que el Real Madrid se llevó sin gran brillantez, pero con la suficiencia propia de un equipo líder que fue superior a su oponente.