El Real Madrid fue cazado por los leones

Desde el primer minuto se vio que el Athletic tenía la intención de vaciarse al máximo. Podría pagarlo físicamente antes o después, pero la idea de no dejar pensar al Real Madrid era evidente. A los blancos les costaba robar la pelota cuando no la tenían y cuando sí era suya la dificultad radicaba en generar profundidad ante un equipo, el vasco, bien cerrado con sus líneas muy juntas.

Era tal la presión de los locales que jugadores como Kroos erraban más pases de lo habitual. Cristiano, Bale y Benzema se ofrecían, pero sin éxito en la elaboración. Las subidas de Carvajal parecían ser el único arma de los blancos para intentar sorprender desde atrás por más que los centros del canterano blanco no tuvieran un destinatario concreto.

El problema para el Real Madrid no fue solo su falta de ideas para meterle mano al Athletic, sino que los vascos contaban arriba con la presencia de un jugador como Aduriz, que siempre resultó un incordio para los centrales madridistas. De hecho, fue el delantero vasco el encargado de adelantar a su equipo en el único remate claro del que dispuso en la primera parte. Un gran centro de Rico lo estampaba en la red el delantero del Athletic anticipándose a Pepe y superando la estirada de Casillas.

Por parte madridista, más allá de los intentos ofensivos de Carvajal, y una acción de Marcelo que terminó en nada, sólo un remate de Bale mal anulado por el árbitro, puso algo de peligro en la portería de Iraizoz. Un bagaje corto para un partido en el que los blancos se jugaban mucho. El descanso, y lo que sucediera en él, parecían vitales para levantar un partido que se había puesto más que feo para los de Ancelotti.

El segundo acto empezó de otra forma en lo que a la intensidad del Real Madrid hacía referencia. Ancelotti no movió piezas ni tocó el banquillo, pero al menos sí se vio un arranque de raza de los blancos. En este sentido, dos acciones por banda del Real Madrid, una por la izquierda y otra por la derecha, generaron más peligro para los blancos que en todo el primer tiempo. Sin embargo, en la primera jugada la pierna salvadora de un defensor local y en la segunda fue la mano de Gorka la que evitó el peligro.

Esas dos opciones de gol dieron paso a los mejores momentos del Rea Madrid en el partido. Los blancos comenzaron un tramo de presión arriba, con impacto alto, en el que consiguieron recuperar el balón en zona peligrosa. Fruto de ese buen tramo de partido, el equipo de Ancelotti generó una nueva opción de peligro en un remate de Benzema que fue bien achicado y repelido por una buena salida de Gorka.

Los minutos empezaban a pasar a la velocidad de la luz y el Real Madrid no encontraba la llave de gol. De hecho, cuando más cerca estuvo de lograrlo fue en un remate de Bale desde cerca de 50 metros que encontró el palo derecho de la meta de Gorka cuando el portero ya estaba superado. Bien es cierto que el Real Madrid no estuvo bien, pero la suerte tampoco le acompañó en esta ocasión.

A pesar de los intentos a la desesperada de los blancos por salvar un punto, lo cierto es que las ocasiones de peligro no volvieron a aparecer sobre la meta de Gorka. El Real Madrid se dejó tres puntos que no esperaba y deja la Liga, a la espera de lo que pase este domingo con el Barcelona, más igualada que en los últimos meses.