El Real Madrid mantiene la Liga muy viva

Con bastantes rotaciones sobre el campo, el Real Madrid rozó el gol en el arranque del partido en un par ocasiones. Primero fue James Rodríguez, de un testarazo rozando el palo el que estuvo cerca de poner el 1-0 antes del minuto cinco. Y luego iba a ser Cristiano Ronaldo en un remate con la izquierda dentro del área el que tendría la opción de abrir la lata, sin embargo, las piernas del portero visitante lo evitaron.

A partir de ahí, el Real Madrid inició el desgaste del Almería con el freno de mano. La sensación era que antes o después el gol de los de Ancelotti llegaría, aunque no hubiera una presión máxima sobre el contrario para conseguirlo. De hecho, desde ese tramo inicial del encuentro en el que James y Cristiano tuvieron la opción de anotar hasta segundos antes de la llegada del descanso, apenas se generaron ocasiones de peligro en el Bernabéu. En el caso del Madrid era más raro, en el del Almería es que ni siquiera ‘supo’ si era Keylor Navas el que estaba jugando como defensor del marco madridista.

La llegada del descanso apremiaba y el 0-0 parecía que iba a ser el botín que el Almería iba a conseguir llevarse como victoria moral a su vestuario. Sin embargo, James Rodríguez se iba a encargar de fastidiar el plan de Sergi con un golazo desde la frontal del área que se coló por la escuadra. El colombiano, todo un especialista en goles de bella factura, anotó uno más a su cuenta de la temporada. Y ya van muchos. Y todos muy bonitos. El que sólo vino a ‘hacer carreteras en Colombia’ volvía a tapar boquitas. Bocazas, mejor dicho.

Si el Almería se había llevado el palo de encajar un gol en los minutos finales del primer acto, el comienzo de la segunda parte siguió con esa dosis de crueldad para los visitantes. Cuando se habla de goles psicológicos en el fútbol, los dos conseguidos por el Real Madrid ante el cuadro almeriense fueron de dicha categoría. El de James justo antes del descanso y el de Dos Santos en propia puerta justo después del intermedio, fueron dos puñales en el corazón visitante. En el caso del 2-0, al defensa visitante le jugó una mala pasada el tirarse para intentar cortar un pase de Kroos hacia Cristiano Ronaldo que, salvo mayúsculo fallo no esperado, tenía toda la pinta de haber terminado con gol del delantero luso. Sin embargo, el defensa del Almería le quitó ese ‘honor’ al portugués.

El 2-0 mató definitivamente un partido que para el Real Madrid terminó siendo un trámite. Sólo en la recta final del partido el choque se animó algo. Y lo hizo de la mano de un invitado ‘sorpresa’, Arbeloa, que marcó en el segundo palo tirándose con todo un centro de Chicharito que ya llevaba veneno de por sí.

El objetivo de los blancos en este partido estaba más que cumplido con el 3-0 sobre el Almería. El próximo sábado, en Sevilla, el Madrid volverá a tener una nueva final por la Liga aunque, en esta ocasión, parece que en el Pizjuán esperan con lanza y flechas. Un día grande el que nos espera el sábado.