Sin duda alguna, uno de los nombres del partido entre el Real Madrid y el Sevilla de este sábado será el de Sergio Ramos. Para el defensa madridista volver a la que fue su casa y jugar ante la que fue su afición siempre es especial, a pesar de que nunca ha recibido el trato que merece por su respeto y cariño hacia su antiguo club y sus seguidores. Y es que Sergio siempre ha declarado que se siente sevillista e incluso ha mantenido la puerta abierta a un posible regreso en el futuro, cuando su carrera esté llegando a su ocaso y siempre y cuando no se retire en el Real Madrid.
A cambio, el sevillano recibe pitos e insultos, es el centro de las iras de los aficionados hispalenses, muy al contrario de lo que sucede con jugadores como Ivan Rakitic o Dani Alves, que se fueron del Sevilla para recalar en el FC Barcelona dando la espantada y aun así son siempre recibidos con cariño. La pregunta que nos hacemos es por qué Sergio recibe ese maltrato de sus antiguos aficionados mientras que otros jugadores que también cambiaron el Sánchez Pizjuán por ir a un club más grande son recibidos con todos los honores.
Se trata de un trato injusto para con un Sergio Ramos que será protagonista no sólo por su regreso a casa, sino también por su posible alineación en el centro del campo. El sevillano está en boca de todos en las últimas horas ante la posibilidad de que Carlo Ancelotti le haga jugar en la misma posición que ante el Atlético de Madrid, algo que sólo sabremos a última hora ante la negativa del italiano a exponer su planteamiento (algo totalmente lógico) en rueda de prensa.
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