El Real Madrid ha ido acercándose a la final de la final de la Liga de Campeones gracias a su fortaleza defensiva, sobre todo en los partidos que ha disputado lejos del Santiago Bernabéu. De hecho, hasta esta noche en la que ha encajado dos goles frente a la Juventus los blancos habían encajado solo un gol en contra en los cinco partidos como visitante que había jugado en Europa esta temporada.
El Ludogorets era el único equipo que había conseguido meterle un gol al Real Madrid en su propio estadio en los primeros cinco partidos de los blancos como visitantes en la Liga de Campeones. Fue en el minuto seis de partido y por eso el conjunto madridista acumulaba una racha, hasta llegar a Turín, de 444 minutos sin recibir un gol en campo ajeno.
Tras el primer partido ante el Ludogorets, el Real Madrid dejó su portería a cero, y se apuntó la victoria siempre, ante Liverpool y Basilea, también en la fase de grupos. Luego llegaría el turno del Schalke y más tarde el del Atlético de Madrid, en octavos de final y cuartos, respectivamente.
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