Un 'muro' deja la Liga casi imposible para el R.Madrid

El portero del Valencia, Diego Alves, y los postes evitan que el Real Madrid consiguiera una victoria que mereció por fútbol y ganas.





Lo cierto es que, a pesar del resultado de los primeros 45 minutos, el Real Madrid estuvo bien. De hecho, bastante mejor incluso de los que esperaban a un equipo pensando más en la Champions que en otra cosa. A los 13 minutos de encuentro, con el partido igualado y sin goles, Gareth Bale se iba a encontrar con el larguero de la portería de Alves en un gran lanzamiento de falta al que sólo le faltaron algunos centímetros de precisión.

Pero no fue el único encuentro con los palos del equipo de Ancelotti durante el primer acto. Habría dos más, uno de Cristiano Ronaldo en un remate de cabeza, y otro de Chicharito en un golpeo dentro del área. Era evidente que la suerte no vestía de blanco madridista en este partido.

Para colmo de males, las pocas opciones ofensivas del Valencia durante el primer acto se tradujeron en puñaladas al corazón del Real Madrid. Primero iba a ser Alcácer, a los 19 minutos, el que se adelantaría a Pepe y Ramos a un centro de Gayá para superar a Casillas. Y poco más tarde, antes de la media hora, era Javi Fuego el que remataba con la cabeza de espaldas a la red del conjunto blanco. Dos llegadas y dos goles. Todo lo contrario que un Real Madrid que tuvo buen juego, ocasiones y que no supo dar con la tecla del gol cuando más lo mereció.

De hecho, la finalización del primer acto tuvo su pasaje más cruel para la moral de un equipo que intenta una remontada. Penalti claro a favor del Real Madrid que podía irse al descanso con un gol de distancia. Cristiano tenía delante a Diego Alves, seguramente el mejor portero en lo que al arte de detener penaltis se refiere. El brasileño le ganó la partida al portugués, que tiró a su lado de seguridad buscando la mano derecha del cancerbero del Valencia. De una u otra forma, al Madrid le había salido todo mal y a los visitantes todo bien en un primer tiempo que no mereció terminar de la forma en la que lo hizo.


Ancelotti, con el partido perdido y con la Liga cuesta arriba, decidió quemar sus naves en el descanso. Cambió lo cambiado para este partido, es decir, Carvajal y Marcelo entraron al campo para suplir a Arbeloa y Coentrao, respectivamente. La idea del Madrid pasaba por marcar un gol lo antes posible para, de esta forma, al menos intentar meterle el miedo en el cuerpo a un Valencia que, dicho sea de paso, había sufrido ocasiones por un tubo para haber recibido algún gol merengue.

Chicharito, uno de los que más corazón le ponían al partido, generaba la primera gran ocasión de la segunda parte en un remate de cabeza que volvía a salvar Diego Alves. Eso sí, esa jugada que terminó en córner fue el preludio de lo que terminaría siendo el 1-2. Una entrada desde atrás de Pepe, llegando como un torbellino, le permitía rematar de cabeza, picado, para superar al portero del Valencia.

Ficha técnica

Real Madrid 2: Casillas, Arbeloa (Carvajal 46’), Pepe, Sergio Ramos, Coentrao (Marcelo 46’), Kroos (Illarra 25’), Isco, Kames, Bale, Cristiano Ronaldo y Chicharito

Valencia 2: Diego Alves; Barragán, Mustafi, Otamendi, Gayà; Javi Fuego, Parejo, André Gomes (De Paul 77’); Feghouli, Alcácer (Negredo 67’) y Piatti (Orbán 88’)

Goles: 0-1 Alcácer (19’), 0-2 Fuego (25’), 1-2 Pepe (55’), 2-2 Isco (83’)

Árbitro: Clos Gómez. Amonestó a Gayà, Arbeloa, Chicharito, Pepe, André Gomes, Parejo

Estadio: Santiago Bernabéu.

El Madrid tenía algo más de 30 minutos para intentar una remontada que le siguiera manteniendo vivo en la pelea por la Liga. Los blancos se vaciaron en el campo, dejándose hasta la última gota de sudor, y creando ocasiones de gol. Sergio Ramos, de cabeza, tuvo el 2-2 pero una gran parada de Diego Alves volvía a evitar una alegría merengue.

El Valencia tenía claro que el Madrid jugando en el Bernabéu es como un gato, tiene siete vidas. El 1-2 era una llamada a que los de Ancelotti pudieran marcar un gol que le hiciera temblar las piernas a un Valencia que se dedicaba a perder tiempo en cada saque de banda o en cada falta, con el permiso consiguiente de Clos Gómez, árbitro del encuentro.

El partido entraba en los 10 últimos minutos y al Madrid sólo podía salvarle un golpe de genialidad de alguno de sus cracks. Uno de ellos apareció para darle 10 minutos de emoción a la Liga. Isco, desde fuera del área, marcó un golazo que calentó al Bernabéu. La gente empezó a creer en la heroica, en la opción de que un tercer gol pudiera subir al marcador. Y no fue porque los blancos no lo intentaron. De hecho, hasta el último segundo de partido el equipo de Ancelotti murió en terreno visitante, buscando ese tercer gol que no llegó. Al Madrid se le escaparon dos puntos de forma injusta, pues mereció mucho mejor premio, y aun así el Bernabéu despidió con ovación a su equipo. Señal de que hubo corazón y ganas. Sólo faltó algo de suerte y puntería. La Liga parece que, salvo sorpresa, esta campaña no será blanca.