Cristiano cumplió su parte del trato pero no fue suficiente

El equipo blanco ganó con contundencia al Espanyol, pero no le sirvió para mantener la Liga 'viva'.


Cristiano Ronaldo




Aun a sabiendas que en ningún momento dependían de sí mismos para poder presionar al Barcelona, lo cierto es que Ancelotti no se guardó nada en lo que a su alineación hacía referencia. Rotó a Casillas por Keylor Navas y poco más. La idea del Madrid en los dos últimos partidos del campeonato era clara, ganar ambos y esperar. No había más.

Lo cierto es que la puesta en escena del partido fue dinámica. Había poco predominio de balón en la zona medular, pues ninguno de los dos equipos se hacía especialmente fuerte en esa franja del campo. Si el Madrid intentaba atacar por una banda, el Espanyol buscaba su contragolpe a la que los de Ancelotti, que tuvo que ver el partido en la grada por sanción, perdían la pelota. Caicedo y Sergio García eran un incordio constante para los centrales del Real Madrid. Eso sí, especialmente solvente se mostró Varane en varios cruces que evitaron la luz roja en algunos ataques del Espanyol.

Eso sí, el Real Madrid, a pesar de que no estaba brindando un partido de élite, sí que conseguía llegar con buenas sensaciones al área de Casillas. No en vano, en el minuto 12, Cristiano Ronaldo tuvo una ocasión de oro en un remate de cabeza en el segundo palo que se marchó fuera por muy poco.

El Espanyol estaba consiguiendo ver a un Real Madrid muy poco cómodo en el partido. James y Kroos no terminaban de encontrar la llave para hacer lucir a sus tres delanteros, especialmente porque los locales no dejaban que los de Ancelotti movieran el balón con facilidad. Era la consigna de Sergio, no dejar pensar al Madrid. Lo cierto es que durante el primer acto al Real Madrid le había costado generar opciones de gol.


El Espanyol se había vaciado durante el primer acto para, al menos, conseguir llevar el partido igualado. Sin embargo, la segunda parte, como se diría en el argot del ciclismo, el ‘señor del mazo’ llegó para golpearle hasta en cuatro ocasiones. Ese ‘mazo’ que iba a tener nombre y apellidos, Cristiano Ronaldo.

Ficha técnica

Espanyol 1: Casilla, Arbilla, Álvaro, Colotto, H.Moreno, V.Álvarez, Javi López, Abraham, Víctor Sánchez, Sergio García y Caicedo (Stuani 63’)

Real Madrid 4: Keylor Navas; Carvajal (Nacho 80’), Varane, Pepe, Marcelo; Kroos, James, Isco (Illarra 72’); Cristiano, Benzema (Chicharito 63’), Bale

Goles: 0-1 Cristiano (58’), 1-1 Stuani (73’), 1-2 Marcelo (78’), 1-3 Cristiano (82’), 1-4 Cristiano (90’)

Árbitro: Martínez Munuera. Amonestó a Caicedo, Pepe, Víctor, Carvajal, Marcelo

Estadio: Cornellá.

El delantero del Real Madrid, que sólo había marcado en Cornellá en su primera visita, destapó el tarro de las esencias en esta visita del Real Madrid y se tomó cumplida venganza. Después de que James ya avisara a los 57 minutos de encuentro con un remate con la izquierda desde fuera del área, Cristiano iba a conseguir el 0-1 un minuto más tarde con un remate desde dentro del área en el que superó a Casilla por debajo de las piernas.

El Madrid ganaba y en ese momento el Barcelona aun no lo hacía, por lo que un hilo de esperanza se instauró entre los jugadores merengues. Sin embargo, el Espanyol aprovechó una falta sobre Keylor Navas que el árbitro del choque, Martínez Munuera, no quiso pitar como tal para poner las tablas en el marcador.

A partir de aquí, y aun a sabiendas que la consecución de la Liga era muy complicada, el Real Madrid tiró de orgullo. El mismo que le iba a llevar a ganar el partido de forma holgada. Marcelo y Cristiano Ronaldo se asociaban para fabricar el 1-2 con un zapatazo del brasileño que se colaba por toda la escuadra de la meta del Espanyol.

Desde Madrid no llegaban buenas noticias. El ‘esperado’ 0-1 del Barcelona en el Calderón se hacía realidad, por lo que a los blancos ya no les servía ni la victoria para llevar sus opciones de título de Liga a la última jornada. A pesar de ello, Cristiano Ronaldo, que sí que tenía en ‘juego’ el pichichi y la Bota de Oro, marcó dos tantos en la recta final del partido para completar el definitivo 1-4 con el que los blancos se marcharon de Cornellá. Ellos cumplieron con su parte del trato, pero la Liga se había quedado en el camino.