Ancelotti se acercó este martes a la ciudad deportiva del Real Madrid en Valdebebas para recoger todas sus pertenencias. El italiano quería recoger su despacho y dejar todo preparado para su sustituto, Rafa Benítez. Pero Carletto vivió un día de emociones encontradas y fuertes, ya que ahí ha vivido grandes momentos, pero ahora se encuentra con que tiene que marcharse.
En su paso por Valdebebas en su último día Ancelotti se despidió de todos los empleados del Real Madrid a los que ha ido viendo cada día, médicos, vigilantes, jardineros y demás y, también, algún que otro futbolista que acudió a la ciudad deportiva para seguir entrenando pensando en los compromisos de selecciones que se avecinan.
Ancelotti no quiso decir adiós a nadie en Valdebebas, solo un hasta luego, ya que se siente un hombre de la casa y no descarta volver en un futuro. De hecho, más de un empleado del Real Madrid le dijo al italiano que le verán "dentro de un tiempo" de nuevo por las instalaciones.
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