En los últimos 20 años, las apuestas ‘españolas’ no le han salido bien al Madrid con excepción de las cuatro temporadas de Del Bosque. El seleccionador nacional ganó dos Ligas, dos Ligas de Campeones, una Supercopa de España, una Copa Intercontinental y una Supercopa de Europa. Siete títulos que le convirtieron en el segundo técnico nacional más laureado después de Miguel Muñoz.
Pero tras su adiós en junio de 2003, los inquilinos nacionales del banquillo merengue fracasaron; José Antonio Camacho apenas aguantó tres jornadas como entrenador del Madrid, López Caro no pudo lograr títulos y Juande Ramos luchó por la Liga hasta la jornada 34, momento en el que Barça devolvió al Real Madrid a la cruda realidad.
El reto de Benítez es doble: primero, aguantar y conseguir una estabilidad de más de una temporada en el banquillo, y segundo, igualar o acercarse a los registros de Del Bosque entre 1999 y 2003. Mimbres, calidad y jugadores tendrá a raudales. Solamente necesita paciencia, respeto de la prensa y una dosis de apoyo importante por parte del madridismo. Este Madrid de Benítez está diseñado para triunfar.
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