Por tercer día consecutivo este sábado Marcelo se quedó en el gimnasio para seguir recuperándose de la contractura que sufrió ante el PSG. Sin embargo, su lugar sobre el césped de Valdebebas lo ocupó su hijo mayor Enzo, quien saltó al campo vestido con la segunda equipación de los blancos y demostró que sus dotes como jugador tienen poco que envidiarle a las de su padre. Y es que, quién sabe, lo mismo el día de mañana el relevo del lateral para el Real Madrid está en su propia casa...
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