La racha de victorias del Real Madrid no ha podido alcanzar los seis partidos consecutivos. Desde que los de Benítez perdieron en el Clásico, el juego había mejorado, los resultados habían mejorado y ante el Villarreal se podía lograr la sexta victoria consecutiva, pero no pudo ser a pesar de la gran segunda parte de los merengues.
El conjunto madridista comenzó ganando al Shakhtar Donetsk por 3-4 en Lviv en Liga de Campeones, sellando la primera posición de su grupo europeo. Los tres goles del equipo ucraniano al final empañaron una gran actuación merengue. Tras esto, el equipo visitó Ipurúa en Liga y ganó con solvencia. En Copa, el Madrid volvió a ganar ante el Cádiz por 1-3 en el partido de la alineación indebida. Finalmente, los blancos le metieron cuatro al Getafe en Liga y ocho al Malmö en Champions antes de visitar El Madrigal este domingo.
Está claro que al Real Madrid nunca se le puede dar por muerto. El equipo blanco siempre quiere ganar, y a pesar del varapalo del Clásico había sabido responder con contundencia en los partidos posteriores, por lo que ahora tratará de hacer lo mismo. El objetivo, teniendo en cuenta que no parece que vaya a haber partido de Copa el próximo miércoles, será ganar en el Bernabéu al Rayo Vallecano en el que será el penúltimo partido del 2015 para el Real Madrid.
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