El Real Madrid vencía por dos tantos a uno al Partizan de Belgrado en la final disputada en el estadio de Heysel, en Bruselas, en un encuentro en el que el los de Chamartín tuvieron que tirar de casta para sacarlo adelante. El equipo blanco recuperaba de esta forma el trono continental seis años después de la conquista de la Quinta Copa de Europa.
En el camino a la Sexta, el Real Madrid se tuvo que enfrentar a los grandes equipos europeos del momento. Feyernoord, Kikmarnock y Anderlecht fueron los rivales en las primeras eliminatorias, mientras que en la semifinal los blancos tuvieron que eliminar al Inter de Milán, campeón de la competición las dos ediciones anteriores.
En el camino a la Sexta, el Real Madrid se tuvo que enfrentar a los grandes equipos europeos del momento. Feyernoord, Kikmarnock y Anderlecht fueron los rivales en las primeras eliminatorias, mientras que en la semifinal los blancos tuvieron que eliminar al Inter de Milán, campeón de la competición las dos ediciones anteriores.
La final fue una de las más difíciles que ha disputado el equipo merengue. El Partizán se adelantó en el marcador al comienzo de la segunda parte (55'), pero los blancos le dieron la vuelta al marcador en seis inolvidables minutos (70 y 76) gracias a dos auténticas obras de arte de Amancio y de Serena.
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