La mala racha se inició en la jornada 5 contra el Villarreal en el Santiago Bernabéu. Los blancos no pudieron pasar del empate en casa en un partido marcado por una mala primer parte que terminaría por castigar al equipo de Zidane. Bruno adelantó a los amarillos y el gol de Ramos en la segunda parte solamente sirvió para empatar el choque.
10 días después, en la jornada 7 de campeonato, nuevo traspié madridista en Liga en su estadio. Y llegó de la manera más inesperada, ante el Eibar, y en un mal partido blanco. Los vascos también se adelantaron y pese al gol de Bale en la primera mitad, el resultado no se movió hasta el pitido final.
Hoy, el equipo blanco ha recuperado las buenas sensaciones. Ha vencido y ha logrado retener el liderato de la Liga manteniendo las distancias con el Barcelona de Luis Enrique. Y es que, si el Madrid quiere esta Liga, deberá fallar en su estadio lo menos posible…
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