No hay debate: Keylor es nuestro portero

El guardameta costarricense, bañado en un mar de críticas por un error que empañó una grandísima actuación.


Keylor Navas, cielo

Keylor Navas




Sin querer desmerecer ni mucho menos a Kiko Casilla, un porterazo que está dando un extraordinario nivel cada vez que le toca participar, Keylor Navas ha demostrado ser con creces uno de los mejores porteros del mundo. El tico está siendo enterrado por un error de forma lamentable, obviando que precisamente ante el Sevilla el Madrid podría haber ido perdiendo antes de ese fallo.

Y es que por si algunos lo han olvidado, el mismo Keylor mal colocado en el gol de Jovetic tras una pérdida inesperada de balón en el centro del campo fue el que sacó dos mano a mano a lo largo de los 91 minutos previos. Abrir un debate que no existía por un error, cuando el costarricense está en pleno proceso de crecimiento después de haber salido de una lesión, no es algo que deba consentir el madridismo.

Ahora es el momento de apoyar a Keylor, de darle confianza, de demostrarle que el madridismo está con él y que detrás de su portería hay millones de aficionados enviándole su fuerza para que siga haciendo paradones imposibles como los que ha realizado a lo largo de este año y medio que lleva siendo titular en el equipo.

¿Acaso hemos olvidado cómo salvó al Madrid ante el Roma en la pasada edición de la Champions? ¿Hemos olvidado la estirada que obligó a Juanfran ajustar tanto como para lanzar al poste el penalti decisivo en la tanda de la final de la Undécima? ¿Hemos olvidado que sacrificó la Copa América Centenario y sus vacaciones para operarse de su lesión y poder darlo todo por el escudo del Real Madrid?

Keylor Navas es madridismo. Es la constante lucha por mejorar, es el espíritu ganador, es ejemplo dentro y fuera de los terrenos de juego. En definitiva, tiene todo para seguir defendiendo una portería que se ha ganado a pulso y que no merece perder por falta de paciencia. Tiempo al tiempo, Keylor volverá a hacer milagros. El portero de Dios no se merece un debate a estas alturas.