Pintus en una sesión de entrenamiento
El Real Madrid cerró esta semana un mes de enero 'infernal' en el que tuvo que disputar hasta ocho partidos oficiales, cuatro de Liga y otros cuatro de Copa del Rey. Y se esperaba que febrero hubiese sido muy parecido, pero la eliminación copera primero y la suspensión del duelo liguero de Balaídos después han provocado que el equipo esté ante unas sorprendentes 'minivacaciones'.
Si los blancos hubiera superado al
Celta de Vigo en
Copa y el choque de este domingo no se hubiera suspendido habrían tenido que afrontar hasta tres duelos en estas dos semanas. Sin embargo, por una cosa y por otra al final la plantilla ha visto cómo se quedaba sin compromisos entre el 29 de enero - fecha de su último partido ante la
Real Sociedad - y el 11 de febrero - día en el que jugará en
Pamplona ante el Osasuna-. En total, unas 'minivacaciones' de 13 días que se espera que le vengan muy bien a los futbolistas ahora que va a empezar lo verdaderamente importante.
Y es que lógicamente el club y el madridismo hubieran preferido poder jugarlo todo, en especial las semifinales de la
Copa del Rey. Pero una vez que la eliminación está consumada no queda otra que analizar las cosas por el prisma positivo y constatar que estas casi dos semanas de descanso han llegado en un momento ideal. Más que nada porque el equipo llevaba cerca de 20 días mostrando algo de cansancio, principalmente desde su victoria ante el
Granada en el
Santiago Bernabéu por 5-0.
Una situación poco habitual y con sus 'pros' y 'contras'Así,
Zidane y su cuerpo técnico están pudiendo aprovechar para trabajar duro en estos 13 días en la
Ciudad Deportiva de Valdebebas. Cuando el francés tuvo anoche la confirmación de que el encuentro de
Balaídos se suspendía no lo dudó ni un segundo e inmediatamente dio la instrucción de que toda la plantilla se entrenara en
Valdebebas en la mañana de este domingo. Para él lo fácil y lo sencillo hubiera sido dar descanso a todo el mundo en este último día de la semana y dejar que los jugadores pasaran la jornada en familia. Pero él no ha querido perder la oportunidad y ha aprovechado la jornada para avanzar algo en el trabajo.
De hecho, ahora el entrenador tendrá que lidiar con uno de los 'contras' de no jugar en casi dos semanas. Y es que aunque el equipo va a estar más descansado, también va a perder algo de ritmo de competición. Una situación peligrosa si se tiene en cuenta que en 10 días tocará recibir al
Nápoles en el
Santiago Bernabéu. Un equipo italiano que viene lanzado tras las últimas semanas como demuestra el 1-7 que logró el sábado ante el
Bolonia.
Así que el
Real Madrid se presentará en la ida de
Champions habiendo jugando un solo partido - el de
Pamplona - en los últimos 17 días. Lo que supone un 'arma' de doble filo que
Zidane deberá gestionar de la mejor forma posible a través de intensos entrenamientos en
Valdebebas y de un plan específico de preparación física. Hasta el momento el preparado físico merengue,
Antonio Pintus, había preparado todo para llegar a tope a este duelo ante el
Nápoles, pero no cabe duda que los últimos acontecimientos le han cambiado algo las previsiones.
Un tramo final de temporada infernalTodo ello sin olvidar que tras este pequeño parón el
Real Madrid no tendrá más 'descanso' hasta final de temporada. Siempre y cuando aspire a ganar
Liga y
Champions, ya que una vez que comience la eliminatoria de
Champions ante el
Nápoles el calendario empezará a comprimirse. Y parte de la culpa la tendrán sus dos partidos aplazados pendientes, ya que el 22 de febrero deberá jugar en
Mestalla ante el
Valencia el partido que no disputó en diciembre por el
Mundial de Clubes. Choque al que hay que sumar el de
Balaídos, aún sin fecha definitiva y que en el peor de los casos podría acabar jugándose en mayo.
En total, y siempre y cuando llegara a la final de la
Champions, los de
Zidane tendrían que jugar 26 partidos en algo menos de cuatro meses. Lo que equivale a uno cada 4,5 días. Un dato demoledor que obligará al
Real Madrid a estar lo suficientemente preparado física y mentalmente como para poder salir victorioso del reto. Y gran parte de ello dependerá de que esta semana pueda hacer un trabajo físico idóneo para afrontar todo lo duro que está por venir.
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