El 22 de noviembre caía lesionado, días después viajaba a Inglaterra para operarse, y desde mediados de diciembre se puso en manos de su ‘fisio’ de confianza. Tal y como asegura El País, tal ha sido la unión entre ambos durante estos meses que su familia ‘apadrino’ a Jaime Benito al que ya llamaban ‘tío postizo’. Las sesiones de recuperación comenzaban a primera hora de la mañana en Valdebebas y se extendían hasta la tarde en el domicilio del jugador galés.
Lejos de hundirse, lejos de estar abatido por ver a sus compañeros disputar el Mundial de Clubes o jugar cada 3 días en el duro mes de enero, nunca se vio a un Bale triste y fuera de onda. El cuerpo técnico nunca le ha perdido de vista, ha controlado su recuperación al milímetro y el ‘11’ se ha esforzado como nunca. Incluso, ha utilizado recortes de prensa para venirse arriba y acortar plazos.
Sin duda, Gareth Bale es el mejor fichaje de invierno posible. En el fútbol moderno, el estado físico acaba decidiendo títulos. Más allá de la extraordinaria gestión que está realizando Zidane de la plantilla, Bale llegará perfecto a la primavera, época en la que siempre saca lo mejor de sí mismo. Con un Bale al 100%, el Real Madrid tendrá muchas opciones de aspirar a la Liga y a la Liga de Campeones.
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