LaLiga se celebró con la Champions League de trasfondo (el premio gordo) y con un cierto regusto de que todavía no estaba todo dicho en Cibeles esta temporada. Las mismas celebraciones del título liguero se aplazaron al posible fiestón si se consigue la duodécima con el aficionado en el Santiago Bernabéu. Y es la sensación que tiene el equipo: la relajación tiene que ser mínima si quieren salir campeones de Cardiff.
Dos días de desconexión, festejo incluido, y a trabajar. La duodécima sería el broche de oro a una temporada irrepetible desde 1958. Los jugadores y el cuerpo técnico lo saben, darán el máximo en Gales para hacerlo real y posible. El telón se podría cerrar de la mejor de las maneras en la 2016-2017.
Dos semanas de espera
Pese a ello la espera es dura y de longitud no deseada por el Real Madrid. Los 14 días entre el final de Liga en La Rosaleda y la final de la Champions League son un ‘escollo’ y es la gran preocupación de la plantilla merengue. Se hubiese preferido hacerlo todo del tirón antes que haber tenido que esperar. Es la realidad, pero el calendario es como es y habrá que esperar todavía 8 días más para ver al Real Madrid sobre el césped del Millenium Stadium de Cardiff.
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