Zidane, preocupado por lo que haga el Bernabéu

Zinedine Zidane sabe que el madridismo está enfadado y teme una gran pitada antes y durante el partido del domingo


Zinedine Zidane, Montaje, Estadio Santiago Bernabéu

Zinedine Zidane




Zidane tiene claro que el madridismo está enfadado por la mala imagen que el Real Madrid dio en la derrota del pasado fin de semana ante el Girona y esa situación se agravó con lo ocurrido el miércoles ante el Tottenham Hotspur en la Liga de Campeones.

Por supuesto que Zidane sabe que el madridismo va a mostrar su enfado con los jugadores y cree que los aficionados están en su derecho de hacerlo, pero también teme que haya una pitada generalizada muy importante antes y después del partido ante Las Palmas.

Y es que Zidane no quiere que los jugadores se vean sometidos a una intensa presión por parte del madridismo en las gradas del Santiago Bernabéu que pueda perjudicar y avivar la tensión que ya de por sí tienen los futbolistas con los resultados que han cosechado.

Por eso Zidane prefiere que los madridistas que quieran mostrar su enfado con los jugadores y con él mismo lo hagan antes del partido, quizá cuando se cantan las alineaciones por la megafonía del estadio, y que durante el encuentro animen sin parar como hacen siempre.

Zidane nunca ha sido amigo de las estridencias ni de los excesos y que algunos aficionados se puedan cebar durante todo el partido con alguno de los jugadores o con él mismo le preocupa porque se puede generar un clima nada beneficioso para el equipo en un partido importante.

El Real Madrid se jugará mucho ante Las Palmas y sabiendo ya el resultado del Barcelona, así que la presión puede ser todavía mayor si el conjunto azulgrana gana su partido y una pitada monumental del madridismo al equipo le pone los pelos de punta.

¿QUÉ HIZO ZIDANE EN EL VIAJE DE VUELTA TRAS LA DEBACLE DE WEMBLEY?
Zinedine Zidane no está demasiado acostumbrado a la derrota como técnico del Real Madrid. En algo menos de dos años el francés ha conseguido que su equipo juegue un fútbol brillante y gane hasta siete títulos, por lo que el bache de fútbol y resultados está siendo novedoso para él. De ahí que tras el partido de Wembley se marchara con un disgusto muy importante.

El propio entrenador de Marsella admitió y reconoció tras el partido que la situación empieza a preocupar en el vestuario. Huyó de la palabra 'crisis', pero admitió que el momento no es bueno y que hay problemas que tocará tratar de puertas para dentro y con mucha calma. Así, mostró una cara calmada para la prensa, aunque en realidad por dentro tenía un tremendo enfado que acabó llevándose a su casa durante todo el viaje de vuelta. De hecho dedicó las horas posteriores al encuentro a analizar sus porqués.

Según señaló anoche el programa 'El Larguero' de la 'Cadena SER', Zidane no podía sacarse de la cabeza la mala imagen dada en el encuentro ante el Tottenham. Así que lo primero que hizo cuando tuvo un momento de calma fue coger su ordenador portátil y ponerse a ver de nuevo el partido. Esto es algo que también hace habitualmente, aunque no siempre nada más acabar el choque. Pero esta vez tenía cierta 'ansiedad' por identificar los errores para ponerles solución cuanto antes.

En consecuencia, Zidane se aisló del grupo junto a sus ayudantes y prácticamente no pronunció palabra durante todo el viaje. Quería que se le pasara el enfado para aclarar las ideas y poder tomar este jueves las riendas del equipo y dirigirlo a una solución. El próximo domingo tocará jugar de nuevo ante Las Palmas y ya no habrá margen de error, ni en la Liga ni en la Champions. Son ya tres derrotas en lo que llevamos de temporada, ocho puntos de desventaja en el campeonato nacional y tres en Europa. Mucho para un equipo acostumbrado a ser líder.