A los 63 minutos de juego, la tablilla de los cambios señalaba el número 7 de Cristiano Ronaldo. El público del Bernabéu se extrañó pero el cambio estaba pactado. Cristiano no jugaría más de una hora para estar a tope el miércoles. Sin posibilidades en la Liga, al luso solamente le queda la bala de la Champions esta temporada y ha puesto toda la carne en el asador.
Le da igual el ‘pichichi’, quiere ganar la cuarta Liga de Campeones en cinco años, quiere seguir haciendo historia con la camiseta del Real Madrid y, para ello, necesita cuidarse físicamente. La mejoría física en estos dos últimos meses ha sido esencial para que se vea al mejor Cristiano Ronaldo sobre el césped.
De hecho, el plan para las próximas semanas pasa por jugar contra la Juventus el partido completo, descansar frente al Málaga en la Liga-ni siquiera viajará a La Rosaleda-, jugar contra el Athletic en el Bernabéu y descansar una semana para estar a tope en la ida de las semifinales si el Madrid confirma el pase. Todo con el objetivo de seguir disfrutando de la bestia del gol.
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