El objetivo de Julen es llevar a cabo esta presión para no dejar sacar el esférico al rival, recuperar el balón lo antes posible y jugar en campo contrario durante gran parte del partido. Objetivos aparentemente fáciles de entender y clásicos que son muy difíciles de ejecutar.
Este es el sistema que utilizaba con España. El gran ‘hándicap’ de esta idea es que los equipos con gran salida de balón pueden realizar contras que dejen al equipo prácticamente sin efectivos atrás, es muy arriesgado. Además, esta estrategia puede desencadenar en posesiones ineficientes si no se es directo y no se buscan las bandas.
Por otro lado, a Julen no le preocupa que este esquema perjudique el nivel físico de los futbolistas, ya que su idea es implantar un sistema de rotaciones más radical que el de Zidane, es decir, tener 17-18 jugadores titulares para cambiar 4-5 jugadores entre partido y partido. Pequeñas ideas que identifican mucho el estilo de Lopetegui, pero que, a su vez, son extremadamente difíciles de ejecutar sin errores.
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