En los exteriores del Wanda Metropolitano, mientras dos aficionados del equipo blanco caminaban, un energúmeno se les cruzó y de repente, por la espalda, le propinó un fuerte golpe a la altura de la cabeza. El aficionado madridista se dio la vuelta y vio a su agresor, que además comenzó a insultarlo a grito de “hijo de puta”, pero decidió que la cosa no pasara a mayores. (Cerezo se 'autohumilla' ante Cristiano y su pasado en el Madrid)
Sin embargo, su amigo sí fue a recriminarle, de buenas maneras, la agresión y se llevó otra. Afortunadamente, al agresor se lo llevaron y los dos aficionados madridistas prosiguieron su camino. Además, la afición rojiblanca también recriminó la agresión, que no debió quedar impune. Así fue. La Comisión Antiviolencia ha propuesto una multa de 6.000 euros y la prohibición de acceder a recintos deportivos durante dos años.
Ahora, la Delegación de Gobierno de Madrid, teniendo en cuenta esta propuesta, dictará sentencia. Pero todo apunta a que el castigo se hará efectivo. Además, la Policía también elaboró su para que haya justicia y el agresor sea condenado. El acto, sin duda, lo merece por vergonzoso y bochornos.
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