Los entrenamientos se han convertido en un mundo totalmente distinto a los de principio de temporada. Las sesiones físicas se han aumentado a 30 y 40 minutos al día, cuyo objetivo es conseguir que los futbolistas soporten mayor esfuerzo. Su ritmo cardiaco aumenta hasta las 180 pulsaciones por minutos.
Esta gran cantidad de pulsaciones alcanzada se libera a los 15 o 20 segundos permitiendo realizar otro gran esfuerzo en ese transcurso de tiempo. Estos entrenamientos se repiten a diario y solo se libera el trabajo el día antes de partido.
Esto se ha visto reflejado a la hora de enfocar los encuentros (Noticia DC: la confesión de Zidane sobre el físico del Madrid). El Madrid es un equipo mucho más intenso de principio a fin de los partidos y eso permite a resolver con más solvencia los encuentros que al inicio de temporada se les escapaban.
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