El joven crack brasileño, inédito en las tres últimas convocatorias del primer equipo, volvió este domingo al Castilla para jugar frente al San Sebastián de los Reyes y lo hizo para ser el gran protagonista del choque, tanto por su exhibición como por su expulsión que le cuesta perderse el partido frente al Barcelona. (Lujo carioca en el Di Stéfano: taconazo de Reinier y golazo de Rodrygo)
El internacional carioca participó en los dos goles: en el primero se la dio a Reinier, debutante con la elástica madridista del primer filial, que se la cedió con un lujo de tacón a Fidalgo, mientras que anotó el segundo tras una arrancada prodigiosa desde la izquierda y una fantástica definición con la puntera ante Irureta.
Precisamente el portero del ‘Sanse’, que se pasó todo el partido protestando, fue el gran culpable de la expulsión de Rodrygo, lanzándose y encarándose con él porque no había parado el juego ya que había un jugador en el suelo. El crack respondió, celebrando el gol en su cara con rabia por todas las patadas que había recibido.
El árbitro, el que debió parar el juego y no el jugador madridista, le sacó la segunda amarilla y le expulsó. Inexplicable porque no fue una celebración fuera de tono, simplemente levantó los brazos. Esta expulsión le hace perderse el Clásico del domingo que viene, siempre y cuando Zidane decidiese contar con él.
El artículo 56.3 del Código Disciplinario lo confirma: "Cuando se trate de futbolistas que pudieran ser reglamentariamente alineados en otros equipos de la cadena del principal o en alguno de los equipos de un club patrocinador, el futbolista sancionado no podrá intervenir en ninguno de estos equipos o clubes, hasta que transcurra, en la categoría en la que se cometió dicha infracción, el número de jornadas a que haga méritos la sanción".
DEJA TU COMENTARIO