Defensa Central puede confirmar que directivos del Real Madrid quedaron absolutamente maravillados con De Bruyne en su última visita al Bernabéu. Dio un recital de fútbol. Sin lugar a dudas fue el jugador más desequilibrante del partido de ida de octavos de final de la Champions League. La vuelta aún no ha podido disputarse debido al parón del fútbol por el coronavirus, pero muchos estarán especialmente atentos al belga si finalmente vuelven a reanudarse las competiciones. (De Bruyne deja en el aire su futuro en el City y el Madrid está muy atento).
Y es que De Bruyne ya dejó claro este fin de semana en una entrevista telemática para un medio de comunicación de su país que "dos años sin Champions sería mucho tiempo". Van a ser bastantes los futbolistas del Manchester City que, por la sanción de la UEFA, se replanteen su futuro. Kevin acaba contrato el 30 de junio de 2023, por lo que sacarlo del Etihad conllevaría una importante inversión económica.
Algo que, lógicamente, tienen en cuenta en los despachos del Santiago Bernabéu. En estos momentos hay otras preferencias (Kylian Mbappé, Paul Pogba, Haaland, Camavinga...) y, fichar a De Bruyne, obligaría a renunciar a otros jugadores. No hay que olvidar que es un futbolista que cumplirá 29 años en junio y que, en el mejor de los casos, podría aportar tres años (en el mejor de los casos) a buen nivel. (Los jugadores del City que podrían interesar al Madrid tras la sanción).
Cosa que no sucedería, por ejemplo, con Eduardo Camavinga. El centrocampista del Rennes tiene 17 años y tiene una década -como poco- de fútbol por delante. Sería una operación incluso menos costosa que la de Kevin De Bruyne y con la que se podría recuperar la inversión. No obstante, también es cierto que el futbolista del City es uno de los mejores del mundo y que daría un mayor estatus al Real Madrid.
Habrá que esperar para ver que decisión toma De Bruyne en los próximos meses. Ya ha dado un primer paso para salir del Manchester City y, unas declaraciones públicas mencionando al Real Madrid, podría cambiar por completo el panorama. Todo dependerá de las ganas que ponga el futbolista por vestir de blanco. En la directiva gusta, y mucho, pero tienen los pies en la tierra. Solo se llevarán a cabo operaciones realistas y con posibilidad de un buen retorno económico.
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