Parece surrealista que un futbolista como Luis Suárez, que ha insultado, pegado, agredido, simulado y un sinfín de calificativos, nunca haya sido expulsado en 6 años con el FC Barcelona. Los árbitros se cortan bastante cuando toca mandar al vestuario a un jugador culé y más si es a un futbolista como Luis Suárez (por no hablar de Messi).
Ahora, el cuento se le ha acabado. En el Atlético no le pasarán muchas, ya que el equipo de Simeone debe ser bastante controlado porque, muchas veces, se pasan de intensidad. Una cosa es ser un equipo rocoso y otra bien distinta repartir a diestro y siniestro sin castigo.
Aunque Suárez ha sido despedido con honores en Barcelona, lo cierto es que ha sido un 'despido'. Koeman le comunicó que no contaba con él y que se buscara la vida en otro equipo porque no iba a jugar. El uruguayo no quería salir, pero no le ha quedado más remedio.
De hecho, el Atlético ni siquiera fue la primera opción de Luis Suárez. Prefería marcharse a la Juventus, pero se dieron una serie de complicaciones (como el examen de italiano) y los bianconeros acabaron fichando a Álvaro Morata. Y ese hueco que dejó el madrileño, lo ocupó Suárez, que todavía no ha lanzado ningún mensaje a los aficionados rojiblancos.
Habrá que ver cómo le va al uruguayo en el Atleti y con jugadores de gran carácter como Diego Costa. Lo que parece claro es que Suárez ya no disfrutará de la protección del Barça y ahora se multiplican las posibilidades de que, por fin, acabe expulsado. Sus insultos, empujones y agresiones no tenían cabida en la Premier, pero en España ha estado seis años disfrutando de una carta de libertad..
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