La temporada pasada se estrenó con el trofeo Zamora al portero menos goleado de la Liga, y tras la consecución de la Eurocopa con la selección española, los reconocimientos le llovieron al finalizar el año 2008: fue incluido en el once ideal de la FIFA, la UEFA, la asociación FIFPro, y el diario L'Èquipe; cuarto en el Balón de Oro, octavo en el FIFA World Player y nombrado mejor portero del año por la IFHHS, entre otros, lo que le convirtió en el jugador madridista más premiado del año.
Sin embargo, a pesar de su veteranía -el sábado cumplió 454 partidos, el guardameta con más participaciones en la historia del Real Madrid-, Casillas nunca deja de avanzar y de improvisar recursos. El último que hay que sumar a su ya conocida capacidad de reacción y su habilidad en el mano a mano, entre otras, es su virtuosismo en ataque. Y es que el guardameta merengue se ha convertido en el primer atacante en los contragolpes del Madrid, como se pudo comprobar en alguna ocasión el pasado sábado ante el Racing.
Las jugadas rivales que mueren en su área se convierten de inmediato en contragolpe merengue gracias a la rapidez y la precisión de Casillas, que se erige entonces en el más listo de la clase al sacar antes de que la defensa rival se coloque. Hace apenas cuatro semanas, en Mallorca mismamente dieron buena cuenta de la capacidad atacante de Casillas, que fue el que empezó la jugada del primer gol de Robben, y que a su vez empezó otra que acabó en el poste tras un eslalon también del extremo holandés.
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