No es un jugador ni un entrenador ni tan siquiera un fisioterapeuta pero a Satur todos le tienen un cariño especial pues durante años ha sido su compañía diaria y aquél que hace posible que todo lo que rodea a un futbolista esté donde debe y en buenas manos.
Saturnino Núñez se despidió este miércoles tras una vida dedicada enteramente al madridismo. Así, tras 47 años de servicio, la plantilla quiso rendir un homenaje a su compañero de tareas, a esa persona que con su dedicación plena e intachable dio todo lo que pudo para que los jugadores se sintieran como en casa. En total, según el propio Saturnino, “han sido 17.358 días en el Club” y aunque ha sido la edad la que le ha colocado en la jubilación de manera irremediable, para él todo ha sido un sueño: “Llegué de Ávila muy joven y para mí fue una sorpresa empezar a trabajar en el Real Madrid. Todo lo que tengo y lo que soy es gracias a esta empresa, a este club”, valoró.
Saturnino, que empezó como empleado del Real Madrid en el desaparecido Club de Tenis. Tras su cierre, se le trasladó a la taquilla de la exposición de trofeos y no tardó mucho en estar a pie de campo, lo que más le gusta y lo que le emociona cuando recita las leyendas que ha visto pasar a su lado. Eso sí, no olvida que Don Santiago Bernabeu le dio un llavero cuando “hizo los 25 años en la presidencia en 1968”.
Desde 2001 trabaja con el Primer Equipo del Real Madrid haciendo que todo esté a disposición de los jugadores cuando estos deben ponerse manos a la obra a trabajar. Así, en este miércoles, su último día, la plantilla le dio una alegría al despedirle con una camiseta firmada por todos los jugadores, una tarta por su cumpleaños, y una fotografía con los 25 miembros de la plantilla.
Foto: Realmadrid.com
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