Primero fue el propio Ribery quien envió un mensaje claro a los directivos del club, con unas declaraciones que fueron recibidas con agrado en Múnich: "El club tendrá una idea. Yo tengo una idea. Igual, basta una breve reunión y el asunto queda resuelto. Me siento querido por los seguidores y por el club", dijo el jugador.
El presidente del Consejo Directivo del Bayern, Karlheinz Rummenigge, ha calificado las declaraciones de Ribery como "maravillosas" y ha dicho que en su momento se empezará a hablar con el jugador.
El diario "Bild" sugiere en su edición de hoy que una posible renovación de Ribery no sólo incluiría un claro aumento de sueldo sino también una cláusula de rescisión, con una suma fija, que le permitiría al jugador marcharse en caso de que otro equipo estuviese dispuesto a pagar esa cantidad que estaría entre los 70 y los 90 millones de euros.
Ribery tendría la ventaja de empezar a ganar más dinero de inmediato de poder marcharse en caso de que lo quisiera y que algún equipo estuviera dispuesto a pagar la cláusula. El Bayern, por su parte, se aseguraría de que el jugador, en caso de marcharse, traería ingresos al club.
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