El Madrid perdió una Liga con él como técnico del Tenerife





A Valdano se le ha olvidado que Gracia Redondo dejó de pitar tres penaltis en la segunda parte a favor del Madrid y en contra del equipo al que él entrenaba. Valdano alcanzó su gloria como técnico a costa del Madrid porque aquello le catapulto para regresar al Bernabéu como entrenador al año siguiente. Su memoria prefiere pasar por encima de esa pregunta de los tres penaltis no pitados que le hace Tomás Roncero en la entrevista que publica AS.

Además, escurre el bulto afirmando que tiene la conciencia tranquila por lo que sucedió en aquél partido porque ¡El Madrid le había enseñado ser un digo profesional! Eso sí, cargó en el debe de la prensa sugerencias ‘indecentes’ para que se dejara ganar, como si el partido dependiera de lo que le sugiriera la prensa a él en lugar del villarato a Gracia Redondo.

“No tengo la conciencia de haberle quitado nada al Real Madrid”
En el primer partido hubo de todo. Una mala actuación arbitral, un estado de nervios de los jugadores, una explosión de euforia de los jugadores del Tenerife tras la remontada Terminó ocurriendo lo que parecía imposible que sucediera y más tras un 0-2. El segundo encuentro fue distinto, porque el Tenerife se jugaba la UEFA. Éramos un equipo ya trabajado. No tengo la conciencia de haberle quitado nada al Real Madrid. Los que quitan y dan en el fútbol son los jugadores. Lo que sucede es que se puso mucho foco en mí por mi pasado madridista.

 “Desmerecía a mis jugadores”
Me arrepentí al momento de pronunciar que  “algún día le devolveré al Madrid lo que le he quitado”. Desmerecía a mis jugadores porque parecía que yo era el autor de la obra y eso no es así.


“En el primer partido hubo jugadas determinantes”
En el primer partido sí le reconozco que hubo acciones en jugadas decisivas que pudieron resultar determinantes y perjudicaron claramente al Madrid. Ese gol de Milla un metro en posición legal que suponía el 1-3. Pero hubo más. Señalaron algún fuera de juego inexistente que hubiera desembocado en un mano a mano con el portero que podría haber encarrilado el partido para el Madrid. En ese primer partido el árbitro fue uno de los elementos determinantes para que el Madrid perdiese la Liga. También el equipo entró en un estado de nervios que desembocó en una descomposición al ver que el Tenerife remontaba el 0-2 inicial. Lo increíble es que 17 años después haya una generación que siga acordándose de ello.

“Percibí es un dolor terrible y profundo en mis ex compañeros”
Yo no sé si hubo primas, pero le aseguro que si existieron a mí no me llegaron. Lo que sí percibí es un dolor terrible y profundo en mis ex compañeros. Mendoza me llevó hasta el vestuario del Madrid y allí ví caras rotas por el dolor. En ese vestuario había madridistas de verdad, de sentimiento, y para ellos resultaba dramático. Estaban más apenados que cualquier aficionado. Este juego es de una emotividad tan grande que afloran las emociones.

Pregunta: Gracia Redondo dejó de pitar tres penaltis en la segunda parte.
Para mí el segundo es diferente a lo del primer año. Fuimos muy superiores y el balón estuvo más en el área del Madrid que en la nuestra. Lo que sucede es que desde el sorteo de la Liga en el verano anterior parecíamos predestinados a que se repitiera todo. Salió Tenerife-Madrid en la última jornada y todos imaginábamos que el destino haría que llegasen de nuevo jugándose la Liga.

“Un entrenador puede hacer muy poco por ganar o perder un partido”
Si algo me enseñó el Madrid en mi etapa de jugador es a ser digno profesionalmente. Aprendí a afrontar mi responsabilidad ante el fútbol, mi trabajo y ante el propio Madrid en dos partidos así. Además, un entrenador puede hacer muy poco por ganar o perder un partido. Esto es cosa de los jugadores. Recuerdo que en los días previos había periódicos que publicaron un decálogo sobre qué debía hacer yo para perder ante el Madrid. Hasta proponían que metiera a mis jugadores un día antes en una bañera con agua caliente para que se les destensaran los músculos... Cada uno de los diez puntos era para meter a un entrenador en la cárcel. Una cosa tremenda.

“Si se ponía en duda mi credibilidad me daban ganas de no trabajar”
No, sólo hablé con los medios de comunicación que me lo requirieron. Fui muy cuidadoso en todo lo que decía y no admití duda alguna sobre mi trabajo. Joan Gaspart dijo al principio de esa semana que desconfiaba de un entrenador que había sido del Madrid. Yo afirmé que si se ponía en duda mi credibilidad me daban ganas de no trabajar. Inmediatamente me telefoneó Gaspart y me pidió perdón.

“Del Tenerife sólo puedo decir cosas buenas”
Siempre tuve una gran complicidad con Ramón Mendoza. De hecho, un año después me contrató y en 1995 ganamos la Liga en el Bernabéu tras derrotar al Deportivo. Lo cierto es que vuelve el Tenerife, un equipo y un club del que sólo puedo decir cosas buenas. Tienen un proyecto muy sólido y creo que dentro de un año seguirán aún en Primera División.