Benítez quiere a Van Nistelrooy





El delantero centro holandés del Real Madrid ha manifestado que no descarta su salida del equipo en el mercado de invierno. Presiona porque quiere jugar, aunque su excusa ha sonado extraña ya que ha justificado su deseo de tener minutos porque quiere jugar el Mundial con Holanda. El goleador se retiró de la selección de su país hace más de un año, en agosto del año pasado: "Tras haber estudiado bien los programas del Real Madrid y de la selección holandesa, me he dado cuenta de que, visto el esfuerzo físico necesario para asegurar el máximo nivel, tenía que elegir", declaró el jugador cuando había cumplido 32 años.

Pero Van Nistelrooy tiene todo el derecho del mundo para cambiar su opinión, sobre todo después de un año en blanco producto de esa grave lesión de rodilla. El holandés tiene hambre de goles, de jugar y de cerrar su brillante carrera como se merece. De ahí sus inquietudes y su disponibilidad a cambiar de equipo si Pellegrini no le da minutos. Evidentemente lo primero que el chileno le pide es estar bien físicamente, algo que hasta ahora no ha podido cumplir al cien por cien por culpa de las lesiones.

 

Muchos clubes interesados

Ante su intención de dejar el Madrid han aparecido un buen ramillete de clubes interesados en ficharle en el mercado de invierno. Una época en la que las irregularidades trayectoria de los clubes obligan a mirar al mercado para fortalecer las parcelas que no funcionan. Han sido varios los equipos que han mostrado su interés, y el último es el Liverpool de Rafa Benítez, que atraviesa una época bastante delicada por los resultados.


Benítez quiere al holandés, aunque para ello tendría que llegar a un acuerdo con Valdano, con quien no mantiene precisamente una relación muy buena. El Madrid ha tasado al jugador de 33 años en 15 millones de euros consciente de varios detalles. El holandés es un consumado goleador que cuando tenga oportunidades volverá a mostrar su olfato, lo que supone un recambio de primera línea para la delantera dentro de un equipo en el que pocos se salvan de las lesiones.