Volvió Cristiano y fue feliz

El portugués se probó ante el Zúrich y estará a punto para el Barça





Se completó la cuenta atrás y, cuando casi se cumplen dos meses desde que Cristiano Ronaldo se enfudara las botas para disputar un partido con el equipo que le paga, el '9' blanco retornó a los terrenos de juego. Ha sido en la misma competición que le dejara en el dique seco tras el ya popular placaje del defensor francés del Olimpique de Marsella Souleymane Diawara (de la que además no se arrepintió). Retornó el portugués en una competición que le gusta y en la que continúa siendo uno de los principales goleadores. Volvió Cristiano y fue feliz.

Durante la semana ya había previsto su entrenador, Manuel Pellegrini, que el portugués sería el centro de atención de todos los asistentes, prensa incluida, y no quiso adelantar acontecimientos: "Lo he visto bastante suelto en los entrenamientos. Ya veremos cuános minutos juega". Volvió Cristiano, su tobillo aguantó los 25 minutos que le concedieron y Pellegrini respiró aliviado.

Feliz fue también el público del Santiago Bernabéu que le esperaba con mayor ansiedad aún que cuando el aura de fascinación que rodea al de Madeira hizo que se colapsara el coliseo madridista en una histórica presentación oficial sin precedentes. En el encuentro de esta noche, aunque el publico acudía por otros muchos alicientes (clasificación para la siguiente ronda, partido 'preparatorio' antes del clásico, las ganas de revancha ante la última derrota en casa ante el Milan...), entre las más importantes, sin duda era ver el retorno de Cristiano, el redentor. Cuando el "9" saltó al campo a calentar el estadio le recibió con aplausos, aunque la imagen de la noche se produjo con la ovación que recibió al entrar en el campo.

Al final, una noche redonda y blanca. Victoria, tres puntos, clasificación virtual para los octavos de final, retorno del hijo predilecto, el anuncio madridista de que el partido del domingo ante el Barcelona será terrible... Y todo bañado por la magia que desprende el crack de Madeira. Volvió Cristiano y el fútbol fue feliz.