Inter y Barça dicen "no" a Mourinho

Puerta abierta





Inter y Barcelona no tendrán a Jose Mourinho como entrenador la próxima temporada. Ambos clubes se desmarcaron ayer de la posible contratación del entrenador de Setúbal, y lo hicieron de manera oficial. De este modo, la única puerta que parece mantenerse abierta para el portugués es la del Real Madrid.


El Inter le dio un ultimátum la semana pasada a Mourinho. El portugués debía responderles antes del viernes a la oferta realizada por el conjunto nerazzurro, que le fue presentada personalmente en una reunión en París hace quince días. Pero no hubo respuesta. Ayer mismo, el director general del Inter, Ernesto Paolillo, declaró a los micrófonos de Radio Anch"io Sport que "los rumores sobre Mourinho fastidian, porque no dan precisamente tranquilidad al ambiente. No hay ningún motivo por el cual Mancini no continúe con nosotros la próxima temporada". La no respuesta del portugués ha caído como un jarro de agua fría sobre el conjunto nerazzurro.


Por su parte, el Barça se desmarcó del portugués por medio de Laporta en la Reunión Anual de Peñas: "A nuestro equipo le gusta tener el balón en los pies y jugarlo para poder llevarnos la victoria. Aquellos que sitúen en nuestro equipo a entrenadores con un estilo muy diferente están equivocados. Aquí no vendrá un técnico que apueste por otro tipo de juego que no sea éste", señaló. La frase iba dirigida a Mourinho, por supuesto, y más tras las pintadas en casa de Cruyff pidiendo su llegada.



El tapado blanco


El técnico portugués tiene muy claro cuál es el banquillo que más le apetece, que no es otro que el Real Madrid. Como ya sucediera la pasada temporada, ha habido contactos entre el club y el portugués, aunque éste, escarmentado por el precontrato que ambas partes firmaron en enero de 2007 y que nunca se llevó a efecto, ha tensado muy mucho la cuerda. Los movimientos del Real Madrid en el mercado de fichajes, negociando por Drogba y tanteando al círculo de confianza de Mickael Essien y Ricardo Carvalho no hacen sino intensificar las sospechas de que el portugués está muy cerca de convertirse en el nuevo inquilino del banquillo del Santiago Bernabéu.


Además, la relación de Bernd Schuster tanto con la directiva como con su plantilla se ha enfriado hasta límites difícilmente asumibles por ambas partes. Aún ganando la Liga, el proyecto del alemán podría quedar en agua de borrajas al término de la primera temporada. Que se lo pregunten a Capello.