El cazador, cazado

El Madrid salió dormido al campo y lo pagó caro en Bilbao (1-0). Gorka y el muro defensivo vasco, impenetrables para los de Pellegrini. Benzemá envió un tiro al palo.





La salida del Athletic al campo fue la esperada. El problema es que la del Madrid no. Y no será porque no se ha venido avisando a lo largo de la semana de que el mayor peligro del Athletic era el empuje de su afición y las alas que éste otorga a unos jugadores limitados técnicamente pero que viven de su pulmón.

No fue al primer minuto, cuando Gurpegui y Toquero se encontraron con el palo una vez por cabeza, y en la misma jugada, pero sí en el segundo, cuando al Madrid le robaron la cartera por pardillo. Fue en un córner peinado erróneamente por la calva de Lass que encontró al señalado por todos como mayor peligro bilbaíno, Fernando Llorente. La defensa blanca seguía suspirando por la doble ocasión vasca fallada apenas unos segundos antes, y todos sin excepción estuvieron lentos de reflejos. Tocaba remar. Y a contracorriente.

Benzemá rozó el empate

FICHA TÉCNICA.


ATHLETIC CLUB 1: Iraizoz; Iraola, San José, Amorebieta, Koikili; Guerpegi, Orbaiz (Susaeta, min.65), Javi Martínez; Toquero (De Marcos, min.84), Yeste (David López, min.73) y Llorente.

REAL MADRID 0: Casillas; Arbeloa, Garay, Albiol, Sergio Ramos; Lass (Granero, min.70), Xabi Alonso, Kaká, Marcelo (Guti, min.59), Cristiano Ronaldo; y Benzemá (Raúl, min.77).

GOL:  1 - 0, min.2, Llorente.

ÁRBITRO: González Vázquez. Amonestó con cartulina amarilla a Javi Martínez (min.17), Koikili (min.54) e Iraizoz (min.92) de los locales y a Lass (min.21), Ramos (min.25), Alonso (min.51) y Cristiano Ronaldo (min.93) del Real Madrid. Expulsó a Gurpegi por doble amarilla (min.7 y 94).

ESTADIO: San Mamés. 40.000 espectadores.

El físico del Athletic era su único arma contra el Madrid. De lo que durara dependía su vida en el partido. Y eso que los de Pellegrini tuvieron varios acercamientos para igualar las cosas antes de entrar en esa guerra de guerrillas que San Mamés demanda cada vez que ve carne blanca sobre su casa. Benzemá tuvo tres buenos disparos que encogieron el corazón de Gorka. El último de ellos, además, se estrelló suavemente contra el poste y le volvió al pegamento de los guantes del portero vasco. La suerte no pintaba en blanco.

Si la suerte y la puntería no tenían el día, el partido pintaba oscuro. Máxime cuando el portero rival, Gorka, tuvo su mejor actuación de la temporada. El cancerbero sacó varios lanzamientos de Cristiano Ronaldo que un Raúl más activo que nunca desde el banquillo cantaba ya como goles seguros. De Casillas no había noticias, por cuanto el Athletic apenas pisaba el área blanca. Sin embargo, las pérdidas de tiempo tan abusivas que permitió González Vázquez hicieron que el segundo tiempo se pasara volando.

El Athletic, embotellado

La zaga del Athletic plantó una muralla fortificada donde los gigantes Amorebieta y San José crecían por momentos. Los moratones que debieron tener en sus piernas a la finalización del partido debido a la gran cantidad de balones que despejaron fueron de aúpa aunque, posiblemente, serán los mismos que ellos provocaron en las castigadas piernas de jugadores como Ronaldo, Kaká o Ramos.

El reino del no fútbol hizo triunfar al Athletic. Venció el estilo antiguo, el de la fuerza y la raza. El Madrid lo intentó como pudo, pero la ni la suerte, ni los palos, ni la puntería se vistieron con su indumentaria. Los vascos vencieron a su estilo: atropellando, a veces demasiado, y con corazón. El tridente blanco vio truncada su racha. Y con ellos también el Madrid.