Así, un total de 30 millones de libras, cerca de 34 millones de euros, tienen la culpa de que el centrocampista catalán esté planteándose seriamente ahora la posibilidad de continuar en el equipo que le dio una oportunidad en el fútbol profesional. Y es que, de aceptarla, la oferta supondría el mejor contrato en la historia del conjunto inglés, a una razón de cerca de siete millones de euros por temporada disputada.
Este salario pondría a Cesc a la altura de los contratos galácticos de algunas de las estrellas del fútbol actual, por lo que los grandes de Europa tendrán que empezar a rascarse el bolsillo si quieren convencer al futbolista para que el próximo verano abandone el equipo del que ahora mismo es capitán.
Hasta ahora los dos clubes que han venido sonando con más fuerza han sido el Real Madrid y el Barcelona, por lo que, en caso de no renovar con su equipo el internacional español, se presenta una interesante puja para el mercado veraniego. De hecho, el propio Fábregas ha demostrado en los últimos meses que no vería con malos ojos la opción de hacer las maletas de regreso a España, aunque tampoco ha mostrado una preferencia especial por ninguno de los dos clubes. De ahí que el proyecto de los dos equipos para la próxima temporada se presente como un factor clave para la toma de su decisión final. Siempre y cuando, claro, el jugador no renueve.
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