La ‘Cofradía del Clavo Ardiendo’ cuenta sus visitas a La Romareda como uno de los mayores placeres como visitante. Ya ocurrió en 2007 cuando con Capello en el banquillo el Madrid sacó un agónico empate que le sirvió, a la postre, para hacerse con aquella Liga.
Tres años más tarde, en idéntico lugar y parecidas circunstancias, el Madrid salió airoso de La Romareda no sin sufrimiento. Con la Liga en juego, los de Pellegrini tiraron de oficio y calidad para vencer en territorio maño (1-2) y conservar plenamente e intactas sus opciones de campeonar esta temporada gracias, en buena parte, al gol de Kaká en las postrimerías del choque.
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