Tras haber logrado el tercer puesto en el Mundial de Sudáfrica con la selección germana, Schweinsteiger fue cuestionado por su futuro más próximo y el jugador fue bastante menos claro de lo que, a buen seguro, le hubiera gustado a los Rummenige, Beckenbauer y demás dirigentes del Bayern de Múnich: “Tengo contrato hasta 2012 y eso lo respeto pero también he de decir que no estoy casado con el Bayern de Múnich”, afirmó Bastian.
Schweinsteiger reconoció que “siempre es un orgullo que grandes clubes se fijen en uno mismo” pero que su intención es “respetar el contrato” que tiene “y al club” al que pertenece. Sin embargo, su muletilla final no dejará contento a más de uno en Múnich: “No puedo decir que estoy esposado con el Bayern. No sería correcto decirlo, ni siquiera a los aficionados”, sentenció ¿Le acercarán estas palabras al Bernabéu?
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