Y es que Cristiano tenía ganas de acallar las críticas y los comentarios que le calificaban, en primer lugar de individualista y, en segundo, de algo angustiado por lograr marcar los goles que la temporada pasada comenzó marcando casi desde el inicio.
Sin embargo, el delantero portugués volvió a demostrar que le tiene tomada la medida al Deportivo. El año pasado su víctima fue Aranzubia. En esta ocasión, el encargado de recoger el balón de la red del Bernabéu fue Manu, haciéndolo además en un par de ocasiones. Y es que el nombre de los porteros no altera el producto, el gol de Cristiano.
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