Y es que los hombres entrenados por Quique Sánchez Flores demostraron desde el primer minuto que iban a por todas al feudo madridista. Reyes, tras aprovecharse de un fallo en cadena de la defensa madridista, adelantó a los rojiblancos a los diez minutos de la primera parte. A partir de entonces los de Pellegrini asediaron sin descanso la porteria defendida por De Gea, aunque se llegó al descanso con ese solitario gol del extremo andaluz.
Al comienzo de la segunda parte, Xabi Alonso, tras rematar en el segundo palo, puso el empate en el marcador. Y precisamente de las botas del donostiarra nació el 2-1, con un espectacular pase de 50 metros con el que dejó completamente solo a Arbeloa frente al portero, y el salmantino no desaprovechó tan magnífica ocasión. Ya con el Madrid por delante en el marcador aparecieron los nervios en la zaga rojiblanca, lo que se tradujo en un regalo de Tiago a Higuaín, quien firmaría el tercero. Forlán recortaría distancias de penalti, aunque el tanto del uruguayo resultó insuficiente.
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