Entre la elegancia de Özil, el ciclón CR7 y el nervio de Di María. El Real Madrid es una auténtica bestia y destroza a todos sus rivales con suma facilidad. El inicio fulgurante de campaña tan sólo se ha visto superado por el Madrid de la 91-92 y el de la 68-69, de manera que se trata del tercer mejor arranque liguero de la Historia. No obstante, los hombres de Mourinho sí superan a ambos conjuntos en tantos a favor (27) y en contra (5).
Asimismo, los madridistas tienen otro dato para celebrar: el Barça aún no ha alcanzado nunca el liderato en lo que va de competición doméstica por primera vez desde la llegada de Guardiola. El Madrid de Mourinho promete no ceder la primera posición y ya mira el próximo reto: superar las 28 jornadas consecutivas invicto. Difícil tarea, pero no imposible para un conjunto que está demostrando actitud y trabajo constante.
Y es que el técnico luso ha sabido transmitir fiabilidad en defensa y contundencia en ataque. El equipo anda en buena dirección y todos los futbolistas van a una. La dinámica de las últimas temporadas parece haber llegado a su fin: la palabra inestabilidad no debe estar en el diccionario merengue. Este año sí hay un dominador en el vestuario y la plantilla está respondiendo a la perfección.
Incluso el propio Mourinho está batiendo todos los registros. El portugués lleva una escalofriante cifra de ochos años sin perder como local en Liga y en el Santiago Bernabéu no iba a ser menos: cinco de cinco en Liga y dos de dos en Champions. Tras un inicio un tanto titubeante, el preparador blanco ya ha superado a su predecesor en el cargo, ya que el chileno Manuel Pellegrini ya había cedido por estas fechas una derrota.
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