Una excusa llamada José Mourinho

El Barcelona, el club menos adecuado para dar lecciones de educación





Claro que a la prensa de sesgo barcelonista les da igual que el luso haya ganado en toda su carrera 18 títulos. Y en ese tema nunca entran al trapo por miedo a reconocer la evidencia. Como nunca se han atrevido a compararse con el Madrid en lo que a palmarés se refiere. El buen culé, ese que acude al Camp Nou con su senyera y con el diccionario de insultos en castellano bien repasado cada vez que acude el Madrid a ese estadio, siempre alega que si el equipo de la capital tiene más trofeos en sus vitrinas ha sido o bien porque ha sido históricamente el equipo del gobierno, o porque el árbitro de turno les ha beneficiado.

Esto viene ocurriendo mucho antes de que Mourinho llegara al Real Madrid. Al portugués le acusan de calentar los partidos en las ruedas de prensa para luego salir beneficiado en los mismos. Pues bien, el Barcelona no es el equipo más apropiado para hablar de artimañas de esa clase, ya que son los pioneros en utilizarlas. ¿O cuándo creen ustedes que empezó a usarse el término ‘Primas a terceros’? La respuesta viene a la cabeza por sí sola: cuando el Barcelona primó a los jugadores del Tenerife y del Valencia para que ganaran sus partidos al propio Real Madrid y al Deportivo de la Coruña. Incluso invitaron al Tenerife al Gamper en señal de agradecimiento…

Hay más formas, aparte de las ruedas de prensa y las primas a terceros, de intentar encarar los partidos con ventaja respecto al rival. Como el doping, un mal que está acabando con el ciclismo, pero al fin y al cabo una táctica a la que recurrió Pep Guardiola (el santificado entrenador del Barcelona) para mejorar su rendimiento en la etapa en que jugó en Italia. No dudo de que Guardiola sea inocente en este capítulo, pero imaginémonos por un momento que Mourinho, en su corta trayectoria como jugador, hubiera sido investigado en algún momento por doping. ¿Alguien se cree que desde la prensa barcelonista no se le recordaría todos los días ese error?

Si Mourinho es provocador lo aprendió en Barcelona

Porque al entrenador del Real Madrid le han puesto todos los adjetivos posibles. Le acusan sobre todo de ser provocador y de incitar a la violencia, como si en Barcelona no supieran que es eso. ¿Se acuerdan de la semana previa al primer Barça - Madrid de Figo con la camiseta del conjunto blanco? El Sport llegó a regalar billetes con la cara del portugués impresa en un lado y con la palabra pesetero en la otra. Por no mencionar los miles de objetos que cayeron al terreno de juego ese día (cochinillo y botella de Ballantines incluidos) y con los causantes de todo aquello marchando sonrientes para sus casas tras el bochornoso espectáculo ofrecido de cara al mundo. Si lo que se vio ahí no es violencia, Caperucita Roja es entonces una película dirigida al público adulto…

También le acusan a Mourinho de ser antideportivo con algunos de sus gestos y por lo que parece, tampoco saben que es eso en la Ciudad Condal: cortes de manga de Giovanni en el Santiago Bernabéu, insultos de Eto’o al Madrid en la celebración de un título, e incluso se impidió a los blancos dar la vuelta de honor en el Camp Nou por la cantidad de objetos que estaban cayendo al terreno de juego en la Supercopa (de ahí el manoseo de Hugo Sánchez en sus partes nobles, no a la inversa). Que se sepa, Mourinho aún no ha provocado en ninguno de los países en los que ha estado entrenando altercados graves a raíz de sus declaraciones, mientras que el último Barça - Madrid de Champions estuvo parado diez minutos a causa del constante lanzamiento de objetos…¡y Del Bosque era el entrenador!

En definitiva, todas estas críticas a Mourinho tanto desde el propio club como desde el entorno no son más que la excusa perfecta para no reconocer la realidad, y es que este Madrid está en condiciones de marcar una época tanto en España como en Europa. Ni el señorío ni la imagen del club se están viendo perjudicados por la presencia de un señor que, en su brillantísima carrera profesional, ha conseguido todo lo que se ha propuesto, incluido tumbar al poderosísimo Barcelona de Guardiola con un equipo de veteranos de guerra como era el Inter. Intentar desviar la atención en la marcada personalidad del portugués es sólo la excusa perfecta para escurrir el bulto. Porque Mourinho y su Madrid están en condiciones de tomar el Camp Nou el próximo 29-N, y eso es lo que de verdad indigna a los blaugrana.