Higuaín ya se confesaba madridista a los diez años

El futbolista argentino cumplió su sueño al fichar por el Real Madrid nueve años más tarde


Gonzalo Higuaín




Llegar a Primera y a un equipo de fuera, de Europa, al Real Madrid”, aseguraba cuando tenía apenas diez años. Sin ninguna duda, cuando los sueños se persiguen acaban cumpliéndose: siete años más tarde, en 2005, debutaba en Primera con el River Plate. Y en diciembre de 2006 el Real Madrid llamaba a su puerta con tan sólo 19 años.

Desde entonces, la evolución del argentino ha sido extraordinaria hasta el punto de convertirse en uno de los mejores delanteros del mundo. Su primer gol con el Real Madrid llegaría nada menos que en un derbi ante el Atlético de Madrid, preludio de la gran trayectoria posterior del futbolista de Buenos Aires en la capital de España.

Sus goles fueron decisivos en las dos Ligas consecutivas de 2007 y 2008 y poco a poco fue afinando su puntería hasta convertirse en el pichichi del equipo la pasada temporada, por delante de Ronaldo o Benzema. Pero no sólo sus goles le han convertido en un hombre fundamental en el equipo madridista, sino su entrega, propia de un futbolista que siente los colores y conoce la filosofía del club.

Sin embargo, su trayectoria se vio cortada por una inoportuna lesión en el mejor momento de su carrera. Operado el 11 de enero de una hernia discal, el argentino nunca ha pensado en claudicar y siempre pensó en regresar en las mejores condiciones, tal y como él mismo afirma: “la lucha, la cabeza y pelear por lo que más amo que es jugar al fútbol. Volver a vestir la camiseta en este estadio es lo más lindo y le agradezco a todos los que estuvieron a mi lado”.


Su regreso a los terrenos de juego, el pasado 2 de abril, llegó justo a tiempo para formar parte de la expedición que ganó la Copa del Rey al Barcelona y para afrontar la recta final de esta temporada. Sus tres goles al Valencia demuestran que el Pipa vuelve con toda la ilusión del mundo por recuperar su rango en el equipo y para ayudar al club a cosechar el mayor número de éxitos posible.