Encerrona en el Camp Nou

A pesar de lo que hay en juego, lo más importante es la integridad de deportistas y aficionados


A Figo le cayó de todo en su regreso a Barcelona




El Real Madrid visita Barcelona con la necesidad de obtener una victoria clara, por dos o más goles. Pero no se encontrará precisamente con un ambiente agradable. Los últimos incidentes ocurridos entre ambos clubes harán del feudo culé una caldera en la que los blancos deberán remar con fuerza para no quemarse.

Son muchas las circunstancias que envuelven el choque entre merengues y azulgranas que hacen temer lo peor para la visita del Madrid al Camp Nou: las supuestas acusaciones de dopaje, la victoria en la final de la Copa del Rey, las declaraciones madridistas acerca de los favores arbitrales al Barcelona… y especialmente un odio irracional en Can Barça hacia todo lo que tenga color merengue.

Hechos que están crispando el ambiente general y que han roto la buena relación institucional y deportiva entre ambos clubes. Esta relación no se ha extendido habitualmente a los aficionados, pero en esta ocasión habrá más enemistad si cabe en las gradas del estadio barcelonista.

No sería la primera vez que el lanzamiento de objetos enturbia un evento deportivo como éste en Barcelona: ¿Quién no recuerda el recibimiento a Figo? ¿O el mecherazo a Roberto Carlos? Acciones, por cierto, que no tuvieron sanción. No olvidemos que se trata de un partido de fútbol, no de una guerra. El FC Barcelona debería hacer un llamamiento a la cordura entre sus aficionados, en lugar de fomentar el ambiente bélico que ya hay creado con vídeos “motivadores”.


Pase lo que pase sobre el terreno de juego, aboguemos por que el partido termine sin incidentes y sea recordado por lo que ocurra en el césped. Que nadie sea capaz de empañar aún más la imagen del fútbol español en el viejo continente. Que la encerrona se quede en nada.