Sé de sobra que entre dos monstruos del balón en el Madrid han jugado otros genios como Amancio, Santillana, Juanito, Hugo Sánchez, Butragueño, Raúl, Zidane o Iker Casillas. No pretendo restar méritos a todos estos jugadores aquí mencionados, pero ninguno de ellos han influido tanto en el juego de un equipo como hace 50 años lo hizo Di Stéfano, y ahora lo está consiguiendo emular Cristiano Ronaldo. Es verdad que solo ha ganado una Copa del Rey, una miseria en comparación a los títulos que ganó el Madrid con la presencia de la ‘Saeta Rubia’. Pero es sobre él por donde debe girar este Real Madrid los próximos años.
No se recuerda en los últimos tiempos un jugador que tenga tanto peso en el juego de su equipo como lo tiene Cristiano Ronaldo en el actual Real Madrid. ¿Qué eso a veces es negativo para el equipo? Eso es una verdad como un templo. Pero cuando el club decidió fichar a este jugador ya sabía a lo que se exponía. Y aunque el bagaje en títulos de momento no compensa los 96 millones de euros pagados por el portugués, lo cierto es que el madridismo ha ganado a un jugador que, cuando abandone este club, será recordado como uno de los más grandes que haya pasado por la entidad de Concha Espina en sus 109 años de historia.
40 goles es una marca que tal vez no se iguale en los próximos 50 años. Y para la posteridad quedará que ese récord lo marcó Cristiano Ronaldo. Da igual que algunos le tilden de chulo, de provocador, de ser a veces excesivamente egoísta. El Bernabéu, con sus gritos rindiéndose a Cristiano Ronaldo, ha dictado sentencia. Y esa es que CR7 ya está entre los más grandes. Y al que no le guste, que se rasque…
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