El portugués sufrió un fuerte golpe con un rival hacia el final del partido y a la llegada de la expedición a Madrid fue trasladado al Hospital Sanitas-La Moraleja, donde fue sometido a las pruebas pertinentes, según informa el club.
"Descartada cualquier tipo de alteración orgánica, se le dio el alta y, en estos momentos, el jugador permanece en reposo domiciliario, en observación y pendiente de evolución", añade el parte médico.
De esta forma, habrá que esperar para confirmar si está en plenas condiciones de disputar el partido que jugará el Real Madrid el sábado (20.00 horas) ante el Rayo Vallecano.
También está pendiente de evolución Pepe, que arrastra una rotura fibrilar que le impidió jugar el encuentro en El Sardinero. Si ninguno de los dos centrales se recupera, José Mourinho tendrá que volver a hacer cambios en el eje de la zaga, después de que ante el Racing el elegido fuera el francés Varane.
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