Y es que, hasta el momento, Mourinho ha decidido ejercer el papel de repartidor o, lo que es lo mismo, darle un partido de titular a cada jugador. Si en Anoeta el que jugó de inicio fue Higuaín, en Gerland le tocaba el turno a Benzema. Dicho y hecho, el francés fue el ariete que inició el partido en la que fuera su casa.
El entrenador madridista está viendo como sus dos delanteros están cumpliendo a la perfección cada vez que tienen la oportunidad de jugar, y no quiere dejar pasar el buen momento que atraviesan tanto Higuaín como Benzema. Lo bueno de todo esto es que el beneficiado siempre es el Real Madrid.
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