Cristiano Ronaldo quiere comer antes de Navidad, y no es precisamente porque no le guste el turrón. El delantero del Real Madrid quiere dejar claro antes de las vacaciones la clase de futbolista que es. Ya lo demostró ante la Ponferradina, disputando un partido del que el más pintado se hubiera escaqueado para demostrar su total compromiso con el club. Él mismo pidió a Mourinho estar en León y allí se encargó de dejar la eliminatoria prácticamente sentenciada con el 0-2.
Sin embargo, para el luso nunca es suficiente. Las voces críticas que se alzaron en su contra tras el clásico no saben lo que han hecho. Han despertado a la bestia, a un hombre que el año pasado ya se encargó de merendarse al Sevilla con cuatro de los seis goles del Madrid en Nervión. El portugués quiere dejar buen sabor de boca tras lo ocurrido el pasado sábado en el clásico, y sabe que sólo una actuación estelar hará acallar las críticas de aquellos que no se dedican a otra cosa que a cuestionarle de manera absurda.
Y precisamente el Sevilla no se le da mal, a tenor de los resultados que ha obtenido ante el cuadro de Nervión desde que llegara a la Liga Española. En seis partidos (dos de ellos en Copa del Rey) el portugués ha hecho nada menos que cinco goles, si bien es cierto que cuatro de ellos llegaron en el mismo partido, el de la pasada temporada en el Sánchez Pizjuán. En cualquier caso, el luso sólo ha perdido uno de estos seis choques ante los de Nervión, acabando ganador en los otros cinco. Unos números en el pasado más inmediato que están de cara pese a la historia del Madrid en Sevilla. El as a seguir del partido hoy será CR7, seguro que no va a pasar desapercibido...
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