La misión no prometía ser fácil, pues el Sánchez Pizjuán siempre ha sido uno de los campos más difíciles de visitar para el Real Madrid. La plantilla sabía que este choque era uno de los más complicados que quedaban en toda la temporada y, por eso, la victoria era más importante que nunca. En juego estaba acabar el año siendo líderes en solitario, por lo que el equipo ha dado el máximo de sus posibilidades y ha acabado llevándose un triunfo que le sabe a gloria después de una semana muy dura.
Así, los blancos cierran su participación liguera en este 2011 con 40 puntos en lo más alto de la tabla. Tras ellos queda el Barcelona ha un partido de distancia, exactamente tres puntos. Una situación idónea que seguramente hubiera firmado cualquier madridista al comienzo de temporada allá por el pasado mes de agosto. Y más si se tiene en cuenta que ya se han visitado el Pizjuán y Mestalla, los dos campos más difíciles a priori tras el Camp Nou.
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