El club blanco anda con la mosca detrás de la oreja por lo que se está viendo en relación al gremio arbitral en las últimas semanas. Mientras que el Barcelona se ve ayudado cada vez que sufre un apuro, en el Real Madrid ocurre todo lo contrario. Así se ha visto en los partidos de los culés ante Athletic, Zaragoza o Levante en las últimas semanas. Y, en el caso del Madrid, ante el Valencia o el Sporting.
Lo que más molesta en la cúpula del Bernabéu es que exista un doble rasero a la hora de pitar. Es el caso del penalti que Teixeira Vitienes señaló al Barcelona ante el Levante, mucho más riguroso de lo que hubiera sido pitar el que cometió Víctor Ruiz sobre Benzema en la visita del Valencia al Bernabéu, por ejemplo. A lo largo de la temporada, los árbitros se habían comportado con corrección, pero fue a raíz del discurso victimista de Guardiola y la reunión de Rosell con Villar cuando todo comenzó a desviarse, como si el Barcelona no tuviera derecho a perder.
Por todo esto, Florentino Pérez desea reunirse con Villar para solicitar un término medio y un sistema de árbitros que favorezca el juego limpio y la imparcialidad. El Madrid sólo quiere objetividad, no pretende que le favorezcan, pero ni mucho menos va a permitir que le sigan quitando lo que se gana sobre el campo.
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