Se busca pleno: seis de seis

Cuesta abajo y sin frenos. Así ve ahora mismo el madridismo la evolución de su equipo. Después de las dudas, más que razonables, que dejó el equipo en los partidos ante Getafe o Sevilla, lo cierto es que parece que los chicos de Mourinho se han puesto las pilas. Eso sí, ganando al Rayo y al Deportivo, pero se venía de perder en el Coliseum, por ejemplo, de ahí que sí que se pueda hablar de una clara mejoría en el comportamiento de los jugadores. También al City, primer rival en la Champions. Esta noche, el segundo, el Ajax que, aunque pueda sonar raro, debería suponer la salida más ‘asequible’ del grupo, lo que da muestra de la dificultad que entraña este año la primera fase para los blancos.

A pesar de los debates externos en relación a Mourinho, Sergio Ramos, Florentino, Özil o Cristiano, lo cierto es que el Real Madrid no tiene ni tiempo ni necesidad de entrar en todo ese tipo de debates. La más mínima distracción, y no ganar en Ámsterdam podría ser considerado como tal, puede ser fatal en un grupo de Champions tan igualado. Por eso, las cuentas de Mourinho son claras: ganar los tres partidos del Bernabéu, vencer en Ámsterdam y en los campos de Dortmund y City sacar como mínimo un empate. Esa es la teoría, porque tampoco sería de extrañar que el Real Madrid acabara la fase con los 18 puntos en juego. Que todo esté más que igualado no significa que los blancos no sean el mejor equipo y el gran favorito para quedar primero. No hay que confundir la velocidad con el tocino, que dice el refrán.

La batalla psicológica, que no siempre se refrenda luego sobre el campo, la tienen ganada los blancos respecto a los holandeses. No en vano, enfrentarse cuatro veces en dos años da una idea de conocimiento más allá de los típicos vídeos, referencias de ojeadores y demás historias pre partido. El Madrid ganó todas ellas, y no encajó ningún gol. Un dato que, de repetirse esta noche, le daría al equipo de Mourinho casi con total seguridad los tres puntos en juego. Todo apunta a que será con Ramos en el campo, un debate que a Mourinho le resbala, como a buena parte de los seguidores. Salir de Ámsterdam con un total de seis puntos en el zurrón parece lo suficientemente importante como para entrar a debatir si la cerveza sin alcohol tiene menos espuma que la normal.