La estabilidad tiene nombre y apellidos

Con el regreso de Florentino y la llegada de Mourinho el Madrid vuelve a ser un equipo respetado por todos





Desde que Florentino Pérez llegó por segunda vez a la presidencia del Real Madrid, la estabilidad institucional y social ha llegado al club blanco. Estabilidad referida al madridismo, al club, no a aquellos que no quieren el bien del equipo por una u otra razón y se empeñan en agitar. El presidente blanco retomó su lugar como máximo dirigente en 2009 después de tres años de inestabilidad institucional en los que el club llegó a tener hasta cuatro presidentes. En 2006, Florentino abandonaba la presidencia con una dimisión que le honró pero que dejó al Real Madrid al borde del abismo. Fernando Martín y Luis Gómez Montejano se encargaron de ejercer la presidencia en funciones hasta la convocatoria de elecciones.

Ramón Calderón fue elegido en 2006 para el cargo, que ocupó hasta 2009. Su salida tras el escándalo de la Asamblea de compromisarios 'amañada' generó la llegada de Vicente Boluda. Toda la inestabilidad institucional incidió en que el Real Madrid llegara a pasarse tres años sin ganar un título, perdiendo prestigio en España y en Europa. Por este motivo, Florentino Pérez decidió que ya era hora de recuperar la estabilidad. Primero volvió él, y tras una temporada en blanco con Pellegrini en el banquillo se asoció con el mejor entrenador del mundo, José Mourinho. Juntos han devuelto al Real Madrid al lugar que le corresponde, le han devuelto a la senda que nunca debió abandonar: la de la victoria. A pesar de que este curso no haya empezado todo lo bien que cabía esperar.

En dos temporadas, José Mourinho ha logrado tres títulos con el Real Madrid (Copa, Liga y Supercopa) y ha llevado al equipo blanco de nuevo a la pelea por la Liga de Campeones. Dos semifinales consecutivas son sus credenciales en Europa, donde ha dejado de ser un rival asequible para convertirse en un rival temible. Todo ello teniendo en frente al que dicen que es el mejor Barcelona de la historia. A pesar de los ataques de la prensa y de los constantes rumores que se empeñan en 'echar' del Real Madrid al mejor dirigente y al mejor entrenador, el madridismo debe entender como una mala noticia que esto pueda suceder. En estos momentos difíciles es cuando más toca apoyar al equipo y a la institución para que no se vuelvan a repetir situaciones como las vividas entre 2003 y 2009. Ni baile de presidentes ni de entrenadores. Eso es lo que quieren los que desean el mal para el Real Madrid...